sábado, 20 de junio de 2009

COMIDA

-¿Está todo bueno?- preguntó el camarero intentando ser amable y sin poder disimular el agotamiento.
-Todo está bien, gracias- respondieron las tres, acompañando sus palabras con media sonrisa de guarnición.
Una camarera de físico consumido las observaba desde un rincón de la barra. Se tomó un tiempo prudencial y se aproximó a la mesa.
-¿Seguro que está todo bien?- insistió bajando la voz y mirando de reojo hacia la registradora-. Él se cree que está muy bueno, pero yo pienso que le falta culo.
A ellas no les extrañó el comentario: el culo había sido con diferencia lo más sabroso de la cena.