domingo, 30 de mayo de 2010

CARENCIAS

Dicen que se cortó un dedo del pie porque sentía que algo le sobraba. Después lo enterró en la vereda del camino, donde crecen flores púrpura. Al cabo de un tiempo ya no cojeaba y la herida había cicatrizado por completo. Pero cuando llegó el verano, comenzaron los problemas. Te falta un dedo, decían todos. Unos lo hacían en voz alta; otros, sólo con la mirada. Comenzó a sentirse incómoda y a cubrir la huella de lo que le sobraba. Volvió a cojear. Una noche, sobresaltada por una pesadilla, salió de su casa todo lo deprisa que pudo y se acercó a la vereda del camino. Cuando intentó escarbar en la tierra, las flores púrpura le arrancaron la piel a arañazos, como si de tiras de film se tratara.
Se autolesiona porque no puede soportarlo, murmuraban todos al ver las cicatrices de sus manos.

jueves, 13 de mayo de 2010

VIRTUD

Cause I've gotta have faith, cantaba George Michael en la celda de la madre superiora, que siempre creyó que los movimientos pélvicos del cantante eran debidos a la gracia del Espíritu Santo. Nunca las hermanas demostraron tanta devoción como desde el día en que el Señor, utilizando Google como instrumento de su gracia, unió la búsqueda "improving faith with music" con esos pantalones ajustados que durante tres minutos y medio son vigilados de cerca por el zoom de la cámara.

Lord works in a misterious ways, piensa la madre Mary cuando ve a alguna de sus hermanas al borde del éxtasis.

domingo, 9 de mayo de 2010

PECADO ORIGINAL

Y la serpiente, preocupada, dijo: "sí".

(Variación sobre una idea original de Néstor Ariño Lej, 4 años, que ya sabe contar cuentos).

domingo, 2 de mayo de 2010

ÁNGEL DE LA GUARDA

Martirio se levanta temprano y sale a correr al parque cada día a las seis de la mañana, a pesar de que ni le gusta el deporte ni lo necesita. Como cada día, se sienta en el mismo banco oxidado y espera. Dos o tres minutos, diez, incluso quince, hasta que Ella aparece. Entonces la sigue. Siempre a varios metros de distancia, para que no se dé cuenta. Al principio le costaba adaptarse a su ritmo, pero después de tres meses de entrenamiento ya puede correr como Ella, acompasando sus pasos, sintiendo lo que Ella siente en cada zancada. Sin que Ella lo sepa, Martirio permanece alerta ante cualquier movimiento extraño. Ella no lo sabe, pero está en peligro desde que Martirio la maldijo. Por eso se levanta temprano cada día y la persigue por el parque, para vigilar sus pasos.