El balcón

28 de junio: llevo varios días viéndolo a través de los cristales de las ventanas. La semana pasada todo eran abrazos y palmadas en la espalda. Hoy tenía la mirada perdida y ha fingido una sonrisa cuando un compañero, por sorpresa, le ha golpeado cariñosamente un hombro y lo ha felicitado con otro abrazo.


3 de agosto: Le escribe el penúltimo ultimatum.