domingo, 29 de diciembre de 2013

PELUQUERÍA (Arte Sana III)

Desenredo historias de amor. Desenredar es un arte. Precisa de soltura y delicadeza, aptitudes que no están al alcance de cualquier mano. Recurrir al tirón es lo más cómodo, pero no lo más elegante, ya que deja en las clientas jaquecas horribles. Mi habilidad consiste en que puedo ver a través de la trama. Soy capaz de encajar las púas en espacios milimétricos y ejercer la fuerza mínima para que el peine se deslice suavemente, de la raíz a las puntas (los enredos deben tratarse desde la raíz). A cada pasada, el rictus derrotado de mis clientas se va relajando. Con media docena consiguo provocarles la primera sonrisa. Mi trabajo requiere discreción, así que no pregunto qué ven cuando cierran los ojos y dejan caer la cabeza en mis manos. Quizás maridos despidiéndose de sus amantes, o novios comprando flores, quién sabe si los observan a punto de coger el coche para venir a buscarlas a la peluquería.

Hoy he atendido a una nueva clienta. Llevaba gafas de sol y caminaba con una firmeza poco común entre las señoras que visitan mi casa. 

                  Corte radical, color chocolate y la promesa de que nunca atenderé a su marido.


He dudado un instante, no es mi especialidad, pero he agarrado las tijeras y con soltura y cierta delicadeza he ido cortando los cabellos en el lugar donde comenzaba una nueva historia. El sonido del metal seccionaba las carcajadas de aquella mujer y las iba esparciendo por todo el salón, perturbando la recién conquistada tranquilidad de mis clientas.

viernes, 27 de diciembre de 2013

CON MIS MEJORES DESEOS

Las palabras son traslúcidas. Tú no lo sabes, porque no las ves como yo. Si lo hicieras, no soportarías las Nocheviejas. Los buenos deseos se tiñen sutilmente de color maldición. Cuidado con lo que te desean: los mejores deseos llevan marcado el fracaso como marca de agua. 

Por eso el que los pronuncia, sonríe.

domingo, 10 de noviembre de 2013

PALABRAS II

Mi madre era un diccionario de sinónimos y contrarios. Poseía la homérica habilidad de acompañar cada sílaba acentuada con un sonido, y así el comportamiento “absurdo, estúpido y poco inteligente” del tarambana de mi hermano mayor era sancionado por el grifo, la ventana y la tapa del váter. Si existe algo similar al instinto de la poesía, mi madre poseía el equivalente a una lavadora de diez kilos de carga.

A mi madre le debo todos los sobresalientes en Lengua y un acentuado espíritu de contradicción que me permite advertir la estupidez en algunas manifestaciones de ingenio y cierta belleza en personas que normalmente pasan desapercibidas. Nada fuera de lo común, sólo una habilidad que redujo mi círculo de amistades a personas pacientes y con buen humor.

Nada fuera de lo común hasta el día en que recibí la visita de Jane.

Jane era casi una niña a sus veinticuatro años. Podía pasar perfectamente por una adolescente de instituto. Su forma de vestir y de caminar, agarrada con los dos brazos a su carpeta-chaleco-antibalas, parecían la de una cría de quince años. Jane siempre sonreía y siempre lo hacía a medias, como preparada para adoptar un rictus de seriedad si la mirada de cualquiera se lo ordenaba. Hablaba bajito o no hablaba, de modo que cada vez que debía arrancarse, por obligación, lo hacía con la misma habilidad con la que alguien monta en bicicleta después de quince años, sin saber muy bien cómo avanzar en línea recta.

- Sé que tienes poderes- desafinó. Y enseguida agachó la cabeza y de la carpeta-chaleco-antibalas sacó la foto de una mujer. – Quiero que la hagas fea. Puedo pagarte. Tengo dinero.

Miré la foto detenidamente y me pareció una de esas mujeres que debían despertar admiración y envidia, la verdadera guinda de la admiración.

“No sé qué tipo de broma es esta”- iba a contestar-, pero Jane empezaba a parecerme una lunática y esa carpeta abultaba demasiado como para contener solamente papeles.

- No puedo ayudarte, me temo. Nunca he poseído ninguna habilidad especial y menos todavía poderes- me disculpé, devolviéndole la foto.
- Dime lo que ves- insistió mostrándomela otra vez.
- Veo una mujer hermosa, de ojos azules y pelo negro brillante.
- Es muy guapa, ¿verdad?- preguntó con ansiedad.

Volví a mirar la fotografía.

- Lo sería más sin esa expresión fría de máquina registradora. Me la imagino calculando elogios en las miradas ajenas. Y tiene la sonrisa de un gato que acaba de devorar un periquito. Pero sí, es guapa.
Jane cerró los ojos con satisfacción. Parecía que había madurado diez años de repente. Me estrechó la mano y me dio las gracias. Antes de salir, me prometió que me pagaría. 

Al día siguiente recibí un sobre con una cantidad que sería poco decoroso nombrar aquí. Lo guardé en el cajón de la mesilla y esperé a que antes o después los tutores de la lunática vinieran a reclamarlo, pero nunca apareció nadie.

Hace dos meses me topé con Jane en el teatro. Ya no era la cría que recordaba de la extraña visita, sino una mujer preciosa. Iba acompañada de un hombre realmente atractivo que la miraba con devoción, al que no puedo ponerle la más mínima pega.

En realidad no iba tan preciosa. Estaba muy blanca, casi parecía enferma, y si  les soy sincera, no había llegado a quitarse de encima esa mirada de inseguridad ni ese molesto tartamudeo.

Tengo que confesar, a riesgo de pecar de vanidosa, que el atractivo acompañante de Jane se volvió a mirarme dos o tres veces durante la representación. De repente me sentía especialmente guapa y, no puedo asegurarlo, pero me pareció ver que Jane, sentada dos butacas más adelante, iba encogiendo poco a poco hasta hacerse muy pequeñita, minúscula, insignificante.

martes, 16 de julio de 2013

PEREZA

Me vigilan los asesinos que nunca fueron descubiertos, protagonistas de las novelas que no terminé de leer.

viernes, 12 de julio de 2013

PAREJA

     
       Querido, ¿por qué no escribes algo sobre mí en el blog?

No hacía ni cuatro meses que salía con ella y, sin embargo, ya le había contado de pasada que una vez escribí algo sobre una examiga, que si yo fuera una mujer en vez de un tío seguro que me habría dado cuenta de que daba bastante igual lo que hubiera dicho antes o después: "examiga" era un disparo que hacía que el resto de las palabras salieran en desbandada.

Y sí, lo escribí, ¿qué me costaba? No tengo críticos a los que decepcionar y sólo he de colocar los dedos encima del teclado para que mi cerebro dé vueltas como una hormigonera. Así que lo escribí, repito, y aunque soy especialista en tipos crueles, tristes y raros, traté de dejarla bien, porque intuía que, en caso contrario, la excusa de la ficción no me iba a ahorrar un buen saco de reproches.

Y la metí en mi blog.

La primera vez sólo me di cuenta de que la fuente y el tamaño de la letra habían cambiado y lo achaqué a la nueva aplicación para android, que solía desconfigurarme todas las entradas. Sólo fue el principio. Al día siguiente mi fondo de pantalla había adquirido un tono frambuesa (ella me había enseñado que los colores también se comen)  nada acorde con las mentes desgastadas de mis personajes, e incluso había aparecido la foto de un balcón de geranios en la página principal. Inquieto, comencé a revisar cada uno de mis relatos y comprobé horrorizado cómo ella los había invadido todos, sustituyendo en mi atrezzo literario las guillotinas, juguetes eróticos y botellas de vino por cintas andadoras, lechugas de todos los colores y agua mineral. No contenta con la redecoración, procedió a despedir a mis personajes canallas con la excusa de que aquello a partir de ahora sería una casa decente y hasta la femme fatale de la entrada del 2 de diciembre, a la que nunca le importó el ayer ni el mañana, me odia por algo que ella le ha confesado de mujer a mujer, tejemanejes femeninos con los que urden tapetes de ganchillo para espantar amantes.

Yo no he vuelto a abrir el blog y tampoco sé qué decir que no me haga dar con mis huesos en un sanatorio.

 A veces, cuando hacemos el amor, la miro y le pregunto:
- ¿Querida, por qué no te abres tu propio blog?
Y ella siempre me responde:
- Cariño, con un escritor en la familia tenemos suficiente.

Y se ríe como la femme fatale de la entrada de 2 de diciembre, mientras me propone un par de nuevas posturas que no sé dónde cojones las habrá aprendido.

sábado, 6 de julio de 2013

OLIMPISMO

Preparados.

                        Listos.

                                            Ya.
       

     
         Salí                                                                                                      disparada

       
            una g r a n  g  o  m   a   e   l   á   s   t   i   c   a                                            
                                                                                 
                                                                                   ideas    emociones                                                                                                                         
                                                                                                                 
                                                                                                                    abrasando                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                  
                                                                                                                   mi espalda 
                                                                              
                                                                                                                                                                                                                                                                            
                incapaz                                      de                                                             controlar 

     
 el rumbo 
                   y             
                                  per
                                     dien 
                                         do 
                                           po   ten
                                               cia
                                                 has ta 
                                                ca er
                                                 en .
                                                      .
                                                      .
                                                     un
                                           p e q u e ñ o
                                        y    s   u   c   i   o
                                 c      h      a      r      c      o 
                            
               

sábado, 1 de junio de 2013

FIN

Las examina con los ojos de arriba a abajo, primero por delante y luego por detrás. Unas veces sólo mira y otras acaricia sus blancos cuerpos tatuados con la yema de los dedos. Sabe que ninguna de ellas lo seducirá lo suficiente como para no sentir curiosidad por la siguiente, y por la siguiente a la siguiente, así que acaba con todas ellas hasta llegar a la última.
Entonces cierra la tapa del pequeño ataúd, ahora infestado de hormigas negras, y lo coloca cuidadosamente en el nicho de la estantería.

domingo, 5 de mayo de 2013

BREVES SEMBLANZAS DE AUTORES OLVIDADOS (VIII): Lorenzo Sánchez-Cartabón

Un separador de libros dormitando a cartón suelto tras el capítulo de los formalistas rusos es la prueba que  críticos detractores esgrimen para menospreciar la obra de este autor tridimensional. No ha llegado ni a Bajtin, ¡ni a Bajtin!, repiten marcando la j hasta la inflamación de sus cuerdas vocales. Sin embargo, el ruido fricativo velar sordo expandido alrededor de su trabajo no impidió que su teoría de la literatura espacial despertara gran interés en el mundo del diseño de interiores.

Don Lorenzo amplió a tres las dimensiones de la literatura: forma, contenido y diseño. Puesto que la lectura era una actividad de carácter visual, habría que aplicar los criterios de la disciplina de las artes decorativas. ¡Qué lector puede asumir que los adjetivos de color se escriban detrás de los objetos y no SOBRE los objetos! ¡Qué lector puede asumir que lo contenido se escriba antes que el continente y no DENTRO! ¡Qué lector puede asumir agrupaciones de sustantivos pares, cuando cualquier profano del diseño conoce que de tres en tres o de cinco en cinco los objetos resultan mucho más dinámicos?

Sus primeras publicaciones fueron bien acogidas por el público en general, que calificaban de fenomenal una literatura en la que el ojo viajaba en el plano de la hoja en blanco y cuyas combinaciones semánticas eran tan infinitas como nulas, de modo que no provocaban ningún quebradero de cabeza.

La literatura tridiemensional inició su declive tras publicarse las primeras grandes novelas tridimensionales, que, tras su lectura, provocaban en el público episodios de nistagmo, confusión mental y agrias discusiones familiares sobre si el término "bienvenido" debía quedar en la parte superior, a modo de lámpara creadora de ambientes cálidos, o en la parte inferior, a modo de felpudo.


viernes, 3 de mayo de 2013

HITOS EN LA EXTINCIÓN DEL PIROPO ESPAÑOL (II): Cada paso que das me acelera el pulso.

- Cada paso que das me acelera el pulso, guapa.

Y entonces esa muñequita con un 36 de pie, que segundos antes parecía quebrarse a ritmo de habanera, se marcó un taconeo flamenco de tres minutos y medio.

Los médicos del 061 no pudieron hacer otra cosa que certificar la muerte del inconsciente.

miércoles, 17 de abril de 2013

CENIZO

Poco importaba que Altapeña estuviera comunicada con el mundo real por cuatro carreteras. Para la mayoría de sus habitantes no eran más que cuatro tubos que ataban al enfermo terminal a la camilla de un hospital frío y algo siniestro. Cada altapeñero recibía, desde su nacimiento, un nombre compuesto por un animal, un árbol y un mineral. Acto seguido se le asignaba un horario de trabajo que debía empezar a asumir a los catorce años. Las dos horas diarias de libertad de las que disponían no permitían a los altapeñeros llegar al pueblo más próximo, situado a una distancia de al menos tres horas entre la ida y la vuelta. Buitre Cedro Plomo recibía los camiones de suministros en la entrada norte y guiaba a los transportistas hacia una gran nave donde se almacenaban, apiladas, cientos de cajas de diferentes tamaños cubiertas de polvo gris.
Toda la aldea estaba cubierta de ese polvo pegajoso. Los altapeñeros estaban tan poco habituados al color que las imágenes televisadas de otros pueblos las creían en Technicolor. Eran incapaces de distinguir la realidad de la ficción hasta que no veían asomar los títulos de crédito. Y no sin cierta desconfianza.

viernes, 12 de abril de 2013

ENTRE BAMBALINAS

Tras una representación teatral el telón cae y regresas del viaje algo desorientada. Entrecierras los ojos mientras estiras la columna vertebral como si realmente volvieras de un viaje en el tiempo, aturdida, recomponiéndote de una desintegración molecular de vieja película de ciencia-ficción.

Hoy has regresado al teatro. Has vuelto a ser la espectadora de una pieza estrenada mil veces y has aguardado pacientemente la caída del telón con las manos abiertas a un aplauso previsible. Pero hoy el telón se ha desplomado y te has visto de ficción. Desde el escenario, un actor semidesnudo observa tus vanos deseos de volver a ser materia. 

Su gesto burlón me dice que no debes esperar aplausos.

lunes, 11 de marzo de 2013

CLASIFICADOS

SE VENDE espejo léxico capaz de traducir imágenes en sustantivos concretos y adjetivos calificativos. Más de mil setecientos términos, adaptable a mediocres y ricos vocabularios. Dotado de un sistema de apagado con control automático, por si el espejo se ve incapaz de soportar la imagen que tiene enfrente y salta en pedazos. Gracias a su reloj-calendario, usted podrá calcular con exactitud el tiempo del que dispone antes de que el espejo le dé una nueva oportunidad.

                                             

                                                                         Niña frente a un espejo- Picasso.s 

jueves, 7 de marzo de 2013

Breves semblanzas de autores olvidados VII: Trueno Martínez

A fuerza de buscar un estilo natural, el malogrado poeta Trueno Martínez fijó su residencia en una aislada masía de la alta montaña turolense.

No fue hasta el advenimiento de las primeras nieves de febrero (o quizás las fiebres de los primeros trancazos) cuando experimentó su meteorológica revelación. Nunca vi nada estéticamente superior a un manto de inmaculada nieve.

Contraviniendo todas las normas de las más afamadas teorías del negro sobre blanco, Trueno Martínez reunió un arsenal de líquido corrector blanco y se infiltró en los círculos poéticos más bohemios para llevar a cabo su blanqueador plan.

Tras su primera y última intervención, el célebre poeta olvidado fue detenido y acusado de intoxicación masiva y odio estrófico. En su descargo, don Trueno declaró que nunca habría imaginado que los poetas bohemios escribieran tanto ni que los locales nocturnos tuvieran tan mala ventilación.

martes, 1 de enero de 2013

CASAS

Cuando compras una conciencia nueva te cambia la vida.

Yo adquirí una recientemente: 120m2, cuatro habitaciones (a estas alturas cada remordimiento requiere su espacio), exterior a otras conciencias, luminosa y bien amueblada. Dispone asimismo de dos cuartos de baño con bañera para desintegrar cadáveres. Escogí un octavo con ascensor; reconocerán que subir escaleras a la conciencia da mucha pereza. 

Una conciencia no es para vivir de continuo, así que sólo me acerco de vez en cuando para airear las habitaciones cerradas y para comprobar que no me olvidé a nadie en el último desayuno.