Me he comprado un Subjuntivo. Hasta ayer conducía un Condicional, pero con un motor de síes en uve que consumía una barbaridad. Así no había manera de llegar nunca a ningún lado. Si giro a la derecha, si giro a la izquierda, si adelanto a un camión... Todo eran pegas.
Pero mi Subjuntivo es otra cosa. Con el depósito lleno de Ojalás y Talveces cada viaje es una aventura. Y de cuando en cuando, si veo algún Indicativo haciendo autoestop en la cuneta, lo invito a montar.
A veces, cuando se despiden, me dejan uno o dos Presentes y siento que no fuera a morir nunca.
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