Las autoridades educativas abrazaron con entusiasmo esta nueva posibilidad de acercar la poesía a todos los niveles socioeducativos y subvencionaron un programa de poesía comestible en colaboración con grandes gurús de la experimentación culinaria. Es imprescindible difundir la poesía entre todas las capas de la población, si hace falta, mascada, explicaba en rueda de prensa el secretario de políticas literarias ante las caras de asco de algunos periodistas. El programa se desarrolló en todo el territorio nacional no sin cierta polémica suscitada entre los sectores hostelero y librero, que pugnaron hasta el canibalismo por copar la mayor parte posible del mercado.
La logofagia poética literal resultó ser un peligro para la salud pública puesto que provocaba estragos en la estabilidad emocional de las almas sensibles y graves indigestiones en las más rudas. Debido a ello, y tras dos sonoras dimisiones, el programa fue suspendido y se invirtió un 0,5 por ciento del presupuesto educativo en recuperar el carácter minoritario de la poesía.
Los ejemplares ya editados se reciclaron en comida para mascotas, lo que levantó airadas protestas entre los colectivos de defensa animal.
Los ejemplares ya editados se reciclaron en comida para mascotas, lo que levantó airadas protestas entre los colectivos de defensa animal.
^_^
ResponderEliminarJavier Barrado
¡Me ha gustado TANTO que no sé qué decir!
ResponderEliminarGracias,Mary, porque amenazo con destapar las miserias de algún otro pobre autor olvidado. ;)
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