miércoles, 8 de abril de 2009

DESAGÜE

Ella escupía dardos de hiel congelada que al contacto con la realidad sangraban manchas negras y viscosas. Él, suicida, se lanzó sobre ellas y desapareció en uno de sus reproches. Nunca bajas la tapa del váter, creo que fue el elegido.

2 comentarios:

  1. No, creo que fue "Sí te lo dije, pero tú nunca oyes".

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  2. Qué ácido. Qué conciso. Qué sugerente. Tiene el puntito justo de enigma mezclado con el punto justo de sabiduría. Todo un placer de lectura. Un beso chavala.

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