miércoles, 15 de abril de 2009

ENGANCHADOS

Cuando por fin me decidí a llamarla, ya estaba enganchada a otro. El Otro era vibrante . Su melódica voz la hacía reaccionar con mayor excitación que cualquiera de las caricias que yo hacía resbalar por su columna vertebral. Estaba tan unida a él, que una breve separación la llenaba de angustia. El Otro la conectaba al mundo con sus historias. Horas y horas de palabras susurradas al oído durante las cuales ella podía sentir cómo el Otro se iba convirtiendo en el más ardiente de los amantes.

Ahora apenas nos vemos. Ella prefiere que la llame por teléfono. Antes, cada día; ahora, a cada momento. Yo no dejo de hacerlo nunca, con la esperanza de que esas palabras tiernas que oigo salir del auricular sean un día para mí, y no para su Samsung E600.

2 comentarios:

  1. Algún truco tenía que tener. Qué triste cambiar un amante por un samsungE600 (supongo que será un ordenador o ¿qué?). Me ha resultado muy divertido. Ya sabía yo que me iba a entretener. Soy Sergio que el alzheimer me ataca y no recuerdo la cuenta de blogger.

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