Me pongo a escribir
Rincones
El escritorio
La librería
El lecho
El balcón
El libro
lunes, 28 de junio de 2010
DE INCÓGNITO
Cuando dejó de llorar, su tristeza se hizo invisible. Ya podía colarse en la vida de los demás sin ser vista.
3 comentarios:
Sergio
12 de julio de 2010, 13:42
Uuuff ¡Menudo escalofrío!!
Responder
Eliminar
Respuestas
Responder
José María
20 de julio de 2010, 19:37
Simplemente genial, Ana. Mi enhorabuena.
Responder
Eliminar
Respuestas
Responder
caoticavie
20 de julio de 2010, 19:43
Gracias :)
Responder
Eliminar
Respuestas
Responder
Añadir comentario
Cargar más...
Entrada más reciente
Entrada antigua
Inicio
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Uuuff ¡Menudo escalofrío!!
ResponderEliminarSimplemente genial, Ana. Mi enhorabuena.
ResponderEliminarGracias :)
ResponderEliminar