miércoles, 1 de septiembre de 2010

CRIANZA

Le doy cinco tomas al día. Si dejara de hacerlo, moriría, y a mí se me partiría el alma. Entonces ella me abandonaría. Pero yo sé que su miedo está hambriento y nada malo puede pasar mientras yo lo alimente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario